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anamayoral

de baberos perdidos y superwoman

Leo en la revista Mujer Hoy un artículo sobre la escritora Reyes Calderón, autora de dos superventas: Expediente Canaima y El último paciente del doctor Wilson. Sin embargo la entrevista no versa sobre sus novelas sino como la autora compagina sus tres profesiones: profesora de universidad, asesora de una empresa y escritora con ser madre de nueve hijos. La verdad es que me atrapó el titular: 9 hijos, 3 trabajos y 2 bestseller... Con semejante comienzo me sentí la mujer más inútil del  mundo: 1 hijo, 1 trabajo, 0 bestseller, 0 escritura. Como saben mis fieles lectores últimamente escribo muy poco y esta escasa productividad se la atribuyo a la falta de tiempo. A pesar de tener los minutos contados me sumergí en el artículo de esa superwoman. Para mi sorpresa se levanta a la vez que yo, pero claro, sólo da una horita de clase en la universidad, un poquito en el despacho del decanato, hasta un rato de gimnasio después del almuerzo en casa -luego confiesa que no es todos los días, menos mal-. Se me olvidaba que también va por la mañana otro rato a la empresa y por la tarde una horita de despacho y a las seis en casa, supervisa las tareas de los niños, etc. Luego menciona que tiene dos asistentas que los bañan y son las que deben hacer todas las tareas hogareñas y los recogen en los colegios. Luego, a partir de las once de la noche escribe sus novelas. Yo a  partir de las once de la noche no soy persona.

Esta tarde escribo mientras observo de reojo como mi hijo juega -menos mal que aprendí mecanografía en la adolescencia y tecleo sin faltas y sin mirar el teclado-, escribo y me pregunto qué ha pasado con los cinco baberos que tenía con los días de la semana, doy gracias a quien sea de que existan las guarderias, miro con pánico el montón de trabajos de mis alumnos que aún no he corregido, porque doy más de una clase al día y tengo reuniones a tutiplén durante mi jornada laboral. En fin que debe ser que no me organizo,y a  la once una no está para novelas sino para desconectar del mundo y dormir -si el enano te deja-. Así que esta mañana, mientras empleaba el recreo en una guardia de biblioteca y regañaba a unos adolescentes díscolos por hablar y sentarse como si estuvieran en una taberna, escribí un poema con la tarea de mi querida tertulia: "y siguió actuando". Después  me sentí feliz pues mi hijo está a mi lado, con su libro de tela y sus dulces balbuceos que llenan la luz mortecina de la tarde. No tienen la misma suerte Eva cobo ni Toni Cantó, que se subió a un escenario el mismo día que falleció su hija. La vida le golpeó en lo más querido ... y siguió actuando.

No deseo bestsellers, ni asistentas, ni consejos de administración de empresas, ni machacarme en el gimnasio, sólo pasar la tarde con mi hijo, esperar que regrese mi marido del trabajo y que acabe la lavadora para tender los baberos que áun nos quedan.

 

Campanadas

El otro día vi un programa de La2 en el que doce personajes conocidos narraban una anécdota increíble o surrealista que les hubiese ocurrido. Una de ellas la transcribo aquí, porque a mí me sucedió algo similar y al final terminaré creyendo que los ángeles de la guarda existen. El actor José Maria Pou contaba que hacía quince años viajó a París para ver una obra de teatro. Era verano, en Barcelona hacía mucho calor así que no llevaba ropa de abrigo. Cuando aterrizó en París se encontró con un frío terrible, era domingo, no podía comprarse ropa, así que se encaminó hacia una turística en la que vendían camisetas por ver si encontraba algo con lo que cubrirse. Al pasar por la plaza Vendome, observó en el suelo un bulto junto a una joyería. Miró alrededor por si alguien había perdido lo que parecía una prenda. La recogió del suelo y resultó ser una expléndida chaqueta de cuero forrada de piel. Justo lo que necesitaba. Espero por ver si aparecía el dueño, y como no lo hizo se la probó y vio que le sentaba como un guante y se encontraba en perfecto estado. Así que dio gracias a su angel de la guarda, en el que hasta entonces no creía, y tan contento se dispuso a disfrutar de París. Cuando se marchó, al día siguiente, le entregó la chaqueta al recepcionista del hotel diciéndole que se la regalaba y que no hiciera preguntas. No se sentía con derecho a quedársela.

Mi "campanada" fue la siguiente: hace años cogí el autobús urbano en mi ciudad, Burgos. Por aquel entonces había unos papelitos que comprabas en las cajas de ahorro a modo de billetes y que salían más baratos. Pero ese día no los llevaba. Busqué monedas para pagar y no encontré ninguna. El autobús ya se había puesto en marcha y el conductor esperaba que le pagase. Le di un billete, no recuerdo si eran euros o pesetas, pero de los más pequeños, y me dijo que no aceptaban billetes y que tenía que bajarme en la próxima parada. Imaginen mi bochorno y mi cabreo, teniendo dinero me echaban del autobús, teniendo en cuenta que pasaba y sigue pasando cada veinte minutos -algo totalmente inaceptable en una capital que se precie de serlo-  la faena, por no decir putada, es considerable. Cuando ya estaba dispuesta a bajarme del autobús porque me resultaba imposible hacerle comprender al conductor que tenía dinero, y que seguramente el disponía de cambio para mi pequeño billete, una señora se levantó y me tendió uno de esos tickets de viaje. "Toma" me dijo. "Señora, tenga el dinero", le respondí ofreciéndole el billete, a lo que ella contestó. "No me des nada, simplemente dale un ticket a otra persona que lo necesite". Le di las gracias y proseguí el viaje sin más incidencias.

Al día siguiente estaba caminando por el centro de la ciudad, junto a la Casa del Cordón, cuando se me acercó una mujer y directamente me pidió un ticket para el autobús. Me quedé de piedra. Era como si el destino me pusiera a prueba para averiguar si era tan generosa como la señora del día anterior. Por mi parte, no suelo dar nada a quien me pide por la calle, no me fío de la gente, supongo que toda la vida en Madrid te hace temer de los desconocidos. Pero en esta ocasión no me lo pensé, le di el ticket a la mujer y me marché satisfecha y en paz con la divina providencia.

¿Os ha ocurrido alguna de estas "campanadas?

Por cierto, os deseo todo lo mejor para este año 2011. Que cada uno se encuentre con su ángel cuando lo  necesite.

No sé si me quedan muchos lectores en estos tiempos en los que las redes sociales hacen furor. Pero prometo escribir más a menudo. Un abrazo a todos.

El comidista

Recomiendo este blog:

http://blogs.elpais.com/el-comidista/

 

  • Porque nos habla claro de temas gastronómicos sin caer en purismos y majaderías postmodernas.
  • Por sus recetas, factibles, y en las que encuentro trucos para aprovechar sobras.
  • Por otras recetas elegantes que igualmente pueden realizarse sin necesitar ingredientes raros ni aparatos complicados.
  • Por su decálogo de desapariciones en temas gastronómicos para el próximo año -el que más celebro es del humo en los bares y restaurantes-.
  • Por temas curiosos como las bolsas biodegradables ruidosas, los paísajes construídos con verduras o unas calabacitas de nombre curiosísimo que estoy deseando comprar.

 

 

Reflexiones eclécticas sin principio ni fin, de Luis Carlos Blanco

Luis Carlos Blanco, el Presidente de nuestra tertulia, presenta su primer libro Reflexiones eclécticas sin principio ni fin.

Lugar: Teatro Principal, Sala Polisón a las 20:00

Junto con el apoyo de su editorial, DOSSOLES, contará con la presencia de las compañeras de tertulia: Amaya, Pili y maría que leerán unos poemas, e Isabel Ibeas, que suplirá a una servidora y leerá mi pequeña contribución.

Desde aquí le deseo a Luis Carlos que disfrute mucho de ese día y felicito a todos los tertulianos el nuevo año, que espero venga cargado de publicaciones y literatura.

Nuevo número de Caleidoscopio

En pleno otoño, los tertulianos, cual buscadores de setas, van recogiendo los frutos de la tierra de las letras y nos los ofrecen con todo su cariño y buenhacer, en la esperanza de que la revista siga viva. Son ya cinco años de Caleidoscopios, y esperamos que sigan siendo muchos más, a pesar de que ni las tertulias ni las revistas son eternas, pero eso sí pueden ser longevas.

En este nuevo número mantenemos las colaboraciones habituales y las de los escritores que se nos han unido última y felizmente. Esperamos que sea de su agrado.

Dos concursos literarios a la vista: el del Barrio de San Pedro de la Fuente, con la temática de El camino de Santiago en el barrio -información en la Biblioteca Miguel de Cervantes- y el del correo de Burgos, que tiene como tema Atapuerca -información en el periódico-. Los dos son de relatos.

 

 

Pedro García Tirado, in memoriam

Este es el tipo de artículo que me temía en algún momento tendría que escribir, pues nuestro compañero, Pedro García Tirado, ha fallecido después de una larga enfermedad a la que se ha resistido como caballero que era. Siempre le recordaré por su entusiasmo y respeto por las letras, por su enorme capacidad para componer sonetos. Buscando la originalidad, la perfección y la musicalidad en ellos; tallándolos y depurándolos como si de diamantes se tratasen, y al final conseguía una piedra brillante, sin defectos. Y aún así, siempre humilde, jamás se vanagloriaba de su talento, sino todo lo contrario. Nos dedicó poemas y horas de su valioso tiempo, y nos permitió conocerlo un poco, pues pronto tuvo que retirarse, pero como pasa con las grandes personas, nunca se las olvida, y permanecen en nuestro memoria literaria y en nuestra alma.

Me hubiera gustado escribir un texto a la altura de Pedro y poner aquí alguno de sus sonetos, pero en estos momentos no los tengo a mi disposición, queda pues pendiente esta tarea, creo que será su Soneto al revés, uno de mis preferidos.

Los pijos también tienen pelusas

No se trata de uno de esos grupos de facebook a los que agregarse, aunque seguramente ya exista dado el gran poder que tienen las redes sociales para crear cosas inverosímiles. Menos mal que esto no lo escribí ayer, como era mi intención, porque habría pensado que la aparición de unas rebeldes pelusas grises en mi salón sería algún castigo cósmico. La verdad es que ayer, en una casa muy bien, mi pareja que lo ve todo como dios, descubrió unas enormes pelusas campando a sus anchas sobre unas alfombras persas. Las pelusas no respetan nada. Si la dueña que apareció tan perfecta ante nosotros se hubiera percatado de su presencia seguro que ya estaba despidiendo a la asistenta. Por mi parte, mi pareja es la que lucha contra su aparición, menos mal que suelen congregarse en determinados puntos de la casa, que son como las plazas y los parques de las pelusas, en las que se solazan juntas, hecho que facilita su eliminación.

Esta mañana esperaba a una amiga y se me rebelaron dos o tres sobre la tarima de roble, y apenas disponía de tiempo para eliminarlas antes de que llegase. Después me di cuenta de que no eran tales sino las que producen los chopos en esta época del año: blanquecinas, casi etéreas, y que son iinfinitamente más difíciles de recoger que las grises de toda la vida. Eso me hizo sentir mejor, pues aquello era tan sólo la prueba de que habíamos ventilado la casa y no de que fuéramos unos cerdillos.

Dirán que en qué cosas se entretiene una con la que está cayendo en España y por el mundo. Tal vez sea una frivolidad escribir sobre estas cuestiones, pero más frívolo me parece lo que oigo todos los días. Tal vez los pijos tienen pelusas porque no les llega para la asistenta y no han adquirido todavía la tecnología y los conocimientos necesarios para eliminarlas.

 

 

 

Aurora boreal

De la mano de la escritora sueca, Asa Larsson, me adentré en el paisaje invernal de Suecia. Como ya he comentado varias veces en el blog, las coincidencias se suceden en mi vida. Terminé la lectura de esta novela compartiendo con la inspectora Anna-Maria Mella la misma situación fisiológica. Ella se adelantó una semana a la hora de culminar un largo proceso, o más bien fui yo la que me retrasé, y necesité de ayuda para llegar a buen puerto. El modo en que ocurrió, que se refleja en la última página del libro, no fue el mismo pero sí el resultado.

Me resulta admirable cómo esta inspectora se entrega a su labor, lo cual sólo es concebible en personas apasionadas por su trabajo aunque sea sórdido.

Esta novela de misterio, en el que se debe resolver un curioso crimen, nos muestra de nuevo y de forma brillante la cara más negra de la sociedad sueca, y como en la trilogía de Millenium, los personajes no paran de tomar café.

Montajes operísticos

 

No soy una experta en ópera, tan sólo una persona aficionada que disfruta mucho de este arte escénico y musical tan completo. Pero como aficionada supongo que podré opinar -aunque los puristas se me echen encima- sobre algunos montajes que se realizan en la actualidad Pongamos como ejemplo el de Salomé. He visto un reportaje sore la interpretación que hace el director, actualizando la historia y el vestuario. Es algo que no soporto. Creo que deberían respetarse tanto el contexto histórico como escenográfico de las óperas, el vestuario y todo aquello que fue concebido por el autor original. Me temo que muchos directores, en aras de una supuesta genialidad, se dedican a ubicar ciertas óperas en ambientes actuales que no resultan nada creíbles. Recuerdo una ópera de Mozart a la que habían ubicado en un almacén ferretero actual con los cantantes paseándose en patines de ruedas por el escenario. Por suerte era una emisión telivisiva y pude apagar el aparato. No había forma de seguir la obra dignamente.

Tal vez sea muy dura con mis palabras y lo siento porque no deseo ofender a nadie. Sin embargo no puedo callarme mi opinión y es que todos estos directores que alteran la concepción original de la obra como son incapaces de crear una ópera nueva y diferente se dedican a modificar y destrozar las que otros músicos concibieron con gran trabajo y talento. Cualquier día nos sorprenderán con una Traviata en la que el brindis se desarrolla en un parque a ritmo de botellón nocturno, en el que las copas se sustituyen por vasos de litro y el escenario está alfombrado de bolsas de plástico, botellas de refrescos y alcohol de garrafón. Espero no haber dado ideas a nadie.

El teatro tampoco se libra de este tipo de atropellos. En Alcalá de Henares hace años que se representa El Tenorio el día de todos los Santos. El mérito de esta representación es que tiene lugar en diferentes escenarios de la ciudad, todos ellos constituyen el bello conjunto histórico de Alcala. Así la ambientación es exquisita y el público se desplaza de un escenario a otro siguiendo el desarrollo de la obra y disrutando del buen hacer de actores consagrados y locales. He llegado a ver esta obra reinterpretada con vestuario de los años 20, muy bonito pero tremendamente anacrónico.

Soy consciente de que mi proteta cae en saco roto, pero al menos desde el blog me queda el único recurso: el del pataleo.

El curioso incidente del perro a medianoche

Esta novela de Mark Haddon era una de las que tenía pendientes desde hace tiempo. Tenía una cierta idea de que se trataba de una obra poco convencional, idea que no ha resultado errónea. El autor logra algo tremendamente difícil: colocarse en el lugar de un niño autista, de tal modo que es el propio niño el que narra todo lo que le ocurre desde el incidente con el perro a medianoche.

Esta novela no sólo nos puede entretener, sino que nos hace reflexionar sobre la vida de estas personas para las que el mundo es un conjunto de estímulos que no entienden, que saturan su cerebro y les obligan a aislarse para poder sobrevivir. Como profesora que en algún momento tendrá que convivir con esta realidad, me ha abierto mucho los ojos hacia su forma de concebir el mundo y el modo en que debe tratárseles para que su vida sea más soportable, y qué cosas se pueden hacer por ellos para que sientan más felices. Todo ello sin invadir su espacio y fomentando su gran inteligencia y sus ganas de saber.

El protagonista se plantea ser un detective y escribir un libro sobre el incidente del perro, pero a la vez realizará otros descubrimientos que cambiarán totalmente su vida y le llevarán a emprender una sorprendente aventura. No se trata de una novela para niños o adolescentes, pero podrían leerla para entender a sus compañeros de instituto o de colegio que son autistas, y conviven con ellos sin conocerse, debido a la dificultad de relacionarse que tienen estos chicos. También deberíamos leerlo los profesores para conocer esa realidad tan alejada de la práctica educativa de nuestra materia concreta y todo aquel que quiera disfrutar de un libro "diferente".

MALDITAS PULSERAS

Como ya no saben qué inventar para esclavizar a las mujeres, y muchas parecemos estar encantadas con la idea, ahora llega una nueva "moda" desde el otro lado del charco que pone los pelos de punta. No es que una sea una mojigata, pero que niñas de 12 a 14 años lleven unas pulseritas que según su color indican su disposición a practicar diferentes modalidades de sexo ya me parece de traca. Me temo que la costumbre llegará hasta aquí, a pesar de ya que están prohibiéndolas en algún país, puesto que se han cometido crímenes de niña de esta edad y que han aparecido junto a sus macabras pulseritas rotas, lo que indica que alguien ya ha probado sus gustos sexuales.

Es esta otra gran manipulación de la mujer, a través de unas malditas pulseras, en las que se ofrecen como carne de cañón, sin respetarse a sí mismas. Que eso lo haga una adulta me parece fenomenal, tiene madurez y puede hacer con su vida lo que le de la gana, pero una niña, que no sabe siquiera lo que está ofreciendo, me parece terrible. Y supongo que muchas lo harán para no ser menos que sus compañeras más lanzadas así ser aceptadas por el grupo.

Por supuesto, los chicos no se colocan ningún abalorio que indique cómo son sus gustos sexuales ni lo que están dispuestos a hacer con las chicas. En las entrevistas que he escuchado en los medios de comunicación aparecen tan contentos de saber de qué van sus compañeras de instituto y tener claro hacia quién dirigir su atención para conseguir sus propósitos.

Cuando comience el nuevo curso me veo observando las muñecas de mis alumnas, temiendo encontrarme con esas pulseras para darme de bruces ante la idea de que estamos muy lejos de lograr la igualdad y que mucha culpa la tenemos nosotras mismas.

Criadas y señoras de Kathryl Stockett

Este año 2010 está poniendo a mi alcance unas novelas estupendas. Entre ellas destaco Criadas y señoras. Una vez más me reafirmo que cuando un  libro es bueno captura la atención del lector y este es uno de ellos, sin duda. Recuerdo que tenía el libro sobre una mesa, junto al domincal de El Pais en el que Obama constituía su portada. Ya había comenzado la lectura de la novela, y me pareció una coincidencia realmente curiosa -la palabra adecuada sería en inglés: amazing) y es que si las protagonistas de Criadas y señoras no hubieran siquiera podido soñar con un presidente de color, aunque estaban viviendo por aquella época el despegue de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos liderada por Luther King y también la muerte de Kennedy.

La historia está ambientada en una ciudad de Misisippi, y en ella se ponen de manifiesto las vidas de las señoras blancas y de sus criadas negras, así como algunos detalles sobre las férreas reglas de la segregación racial. La dureza de algunos de los pasajes está de sobra compensada con la humanidad de los personajes, entre los que también se encuentran blancos, incluso una mujer blanca marginada por ser también ·diferente". Y es que las señoras también se encuentran atrapadas en los convencionalismos, las costumbres y el qué dirán. De todo ello algunas consiguen despojarse al final de la historia.

La novela me ha gustado por que la autora, con gran inteligencia y saber narrativo, nos presenta tres heroínas capaces de no conformarse con su vida y de romper las reglas para tener una existencia más digna. Son esas personas anónimas las que consiguen cambiar el mundo sin que éste repare en ellas. Por lo que esta historia está preñada de esperanza -ya saben que no soporto los personajes que son incapaces de cambiar su vida a pesar de que están todo el día quejándose de ella-.

´No dejen de leer esta novela si quieren toparse con una obra bien escrita y llena de pasión por la justicia.

Un gesto para el planeta

Como siempre que ocurre un evento de este calibre, por una parte me opongo sistemáticamente ante los que pretenden que nos portemos como borregos, en este caso con conciencia medioambiental. Me pregunto de qué sirve que una serie de ciudades apagen las luces de sus monumentos a la vez durante unos minutos y nosotros hagamos lo propio en nuestros hogares. Sobre todo cuando esa mayoría seguirá con su vida normal, consumiento energía, eso sí, contentos por el deber cumplido. Como siempre, abogo porque el ahorro energético sea algo cotidiano, no de un día al año. Pequeños gestos diarios son los que realmente cambian el mundo, no los que aparecen en el telediario.

Por esa razón no apagué las luces ayer. Hice mi vida normal. Me di mi ducha diaria de 3  minutos, reciclé mis residuos, ventilé la casa el tiempo necesario, regulé la temperatura de la calefacción, cociné con olla express. En fin pequeñas cosas que hago todos los días y que creo son más eficaces que el apagón mundial. El secreto para luchar contra el deterioro del planeta radica en la constancia, en que todos nos impliquemos en lo que esté en nuestra mano, y así no será necesario que algún día nos apaguen forzosamente la luz por falta de energía y el caos se apodere de nosotros.

El día de la Poesía

Debe existir, en alguna parte, una larga lista de "días mundiales" o "días internacionales", además del día del padre, de la madre, del planeta, del agua, etc Hoy parece ser que es el día de la poesía. La verdad es que es la primera vez que tengo noticia de que se celebra y dudo que para la mayor parte de la gente festeje la poesía a pesar de que haya salido en el telediario. Hoy es un día de regreso de puente, el del día del padre, y el que no ha salido de su casa se encuentra preparándose para la semana que se avecina.

La poesía se celebra cada vez que se escribe, o cada vez que un lector vibra con las palabras arrancadas a las musas, palabras que cuentan con su propia partitura, que se organizan bajo diferentes reglas, muchas veces sin ellas, pero salen del alma de los poetas. Los poemas son como las lágrimas o los suspiros de quienes los crean, un grito de denuncia o de soledad insoportable, y no saben de calendarios a pesar de que hayan hecho coincidir su día con el comienzo de la primavera.

Este año también se recuerda a Miguel Hernández, tal vez sea un buen día para que aquellos que no leen habitualmente poesía se detengan unos minutos en alguno de sus poemas, quizás se enganchen y tal vez sólo por eso debe darse por buena la jornada.

IV SALON DEL LIBRO INFANTIL Y JUVENIL

 


Se ha inaugurado esta mañana la Sala de exposiciones, en la Federación de Empresarios de Comercio en el Centro comercial Camino de la plata.


Esta tarde, 15 DE MARZO, a las 19:00 tendrá lugar el acto inaugural en el Teatro Principal de Burgos-




El Salón es una iniciativa estupenda para dar a conocer la literatura a los niños y adolescentes, de la mano de ABUBEL (Asociación de Bibliotecas Escolares de Burgos), las bibliotecas de la ciudad, el IMC del Ayuntamiento de Burgos, etc.




En el Salón no sólo se pueden disfrutar magníficas exposiciones sino también se brinda la oportunidad a que niños, adolescentes, padres, educadores, tengan encuentros con autores. También hay talleres de escritura de diversa índole. Yo misma tuve la oportunidad de immpartir un taller de escritura de cuentos tanto para alumnos de instituto como de colegios. La experiencia fue muy gratificante, puesto que me encontré a niños y jóvenes que mostraban ya un gran talento para narrar y un interés enorma por la literatura.




Este año el tema fundamental del salón es la relación de ciencia con la literatura, de la mano de la ciencia ficción. Es este un campo maravilloso en el que se pone en juego no sólo la creatividad de los autores sino el ingenio y la capacidad de imaginar otros mundos, el futuro, otros seres, basándose en muchos casos en los conocimientos científicos.



Cuentos/as. Historias de mujeres"










Tipo:


Música/Arte - Actuación
















Fecha:


Viernes, 19 de marzo de 2010


Hora:


19:00 - 20:30


Lugar:


Salón de libro infantil y juvenil de Burgos. Sala de exposiciones de la FEC (C.C. Camino de la Plata)


Descripción


Segunda oportunidad para ver un espectáculo de Narración Oral que pretende ser a la vez un homenaje, un reconocimiento, una invitación, un recuerdo y, también, un entretenimiento.

Un homenaje a todas las mujeres por el hecho de serlo, con todo lo que ello conlleva de trabajo, de sacrificio, de esfuerzo…
Un reconocimiento de lo que, a fuerza de pelear, han conseguido por la igualdad y por sus derechos. Y, también, un reconocimiento de que falta mucho, muchísimo por conseguir.
Una invitación a seguir peleando para conseguir todo lo que falta.
Un recuerdo de mujeres que consiguieron alcanzar horizontes que parecían inalcanzables.
Un entretenimiento porque todo esto no ha de ser algo aburrido sino que los cuentos son capaces de concienciar, explicar e ilustrar pasando un rato divertido y emocionante a la vez.


Entrada con invitación. Se puede recoger la invitación en el mismo recinto presentando un ticket de compra de un libro en cualquier librería de Burgos.

Ya encontró "la hoja roja"

No sé si las lágrimas de Soraya Santamaría serán fingidas. Es un personaje que me repatea el hígado, lo siento. A una le cuesta creerse que se emocione ante la muerte de Delibes. Pero hasta eso ha conseguido el gran escritor, ser llorado por una férrea política. A mí también se me escapaban las lágrimas ante la triste noticia de hoy. Y como ha dicho la ministra de cultura, qué pena que no le llegara el Nobel.

Todos los que hemos crecido con el antiguo BUP lo hemos hecho a los pechos de los libros de Delibes, empapándos en un lenguaje cuidado, cercano y preciso, con el que nos mostraba otros tiempos, los paisajes de nuestra tierra y la disposición ante la muerte, como ocurre en Cinco horas con Mario, La mortaja o en La hoja roja.

Otras de sus maravillosas cualidades como persona era su honestidad, su sencillez, su honradez, lejos de los boatos culturales, dedicándose a lo que debe hacer un escritor: escribir.

Me sumo desde este humilde bitácora a las condolencias a la familia y a todos los que le admiramos y hemos leído su obra. Y es su legado literario el que nos acompañará siempre y debemos transmitir a los que nos siguen.

Querido Miguel, ya encontraste la hoja roja al abrir el paquete del papel para fumar, esa hoja que indica que el papel se acaba, metáfora magistral que empleaste en esa novela tan estupenda. Pero seguirás viviendo en el papel de los libros, y en los e-books y en cualquier engendro electrónico que el hombre invente para conservar y gozar de la literatura.

Hasta siempre.

Con preocupación, a la princesa del pueblo

Érase una vez una joven que tuvo que marcharse de la casa que compartía con su marido porque no era realmente su hogar. Sin pedir nada y con lo puesto volvió al humilde piso de sus padres, con su bebé y una pena muy grande, dejando el palacio en el que no había sido feliz y se había sentido como la Cenicienta.

Lejos de ocultarse y llorar sus cuitas en la soledad de su barrio, accedió a hacer pública su situación y la de su bebé, que no recibía las atenciones de su padre. La gente se identificó con ella, porque habían pasado por situaciones similares en carne propia o en la de sus hijos, amigos o hermanos. Y los gurús de la televsión y la prensa se encontraron ante un filón de proporciones desconocidas pero que era preciso explotar.

La joven se vio, de pronto, ascendida al trono de princesa del pueblo sin ser Lady Di, careciendo de estudios pero mostrando un gran corazón. Se desenvolvía bien ante las cámaras y le pagaban por desvelar sus cuitas y el abandono de su retoño. Como era buena persona todos se acababan encariñando con ella, le daban trabajo fijo, algunos incluso intentaban pulir sus aristas para que dejara atrás el pasado y fuera más feliz. Pero ya era tarde para la cenicienta del pueblo, que había entrado en una dinámica fácil y no supo evolucionar para encaminar su vida por otros derroteros.

Hoy, los que la siguen diariamente en el culebrón en el que se ha convertido su vida la quieren tal como es, otros la utilizan para incrementar sus índices de audiencia sin importarles las consecuencias, sin detenerse a pensar en que la princesa de barrio tiene sentimientos, no actúa, se expone cada tarde en carne viva. En la cadena rival, salvo alguna periodista con conciencia y nombre de piedra preciosa, los demás no tardan en hacer leña del árbol caído y se lanzan como fieras ante cualquier tropezón de la cenicienta. El otro día asistí, atónita, al despelleje colectivo a la que la sometieron, mucho peor que el que le infringieron sus hermanas de cuento -que al menos lo hicieron en privado-, recogiendo opiniones de la calle seguramente sesgadas, poniendo en boca de los que están callados palabras que nunca vieron la luz y todo por aumentar las audiencias y el consiguiente beneficio económico.

Aquí no se salva nadie, ni la cadena que acoge en su seno interesado a la princesa del pueblo ni la que la mofa de su situación actual. Todos, a su modo, la utilizan, no tengo muy claro quién lo hace de forma más vil: la descarada o la soterrada que se viste de compañerismo. Pero la situación me da miedo por ella, porque hay princesas que terminan formando parte de la lista de mitos cuando la vida las ha exprimido al máximo y terminan desapareciendo de un modo u otro de este mundo.

Me gustaría que la Cenicienta del pueblo se transformara en la Bella Durmiente, para que despertara de su letargo y fuera consciente de la situación, tomara las riendas de su vida y no se dejara influenciar por príncipes ni reinas malvadas. öjalá sea capaz de hacerlo, porque las cadenas de televisión tienen una jugosa y lucrativa presa entre sus fauces y no están dispuestas a aflojar las mandíbulas, y tirarán de ella como fieras en sentido opuesto hasta que su cuerpo aguante.

A las mujeres trabajadoras que no trabajan

Todos los años dedico este día a la mujer que no escribe, y republico un texto que escribí hace años y dediqué a mi madre. Este año, como me encuentro en un extraño estatus: el de mujer trabajadora que no trabaja, he decidido alterar esta rutina.

Me encuentro en el grupo de mujeres trabajadoras que no trabaja, bien por motivos de salud, por cuidado de un familar, embarazo de riesgo o porque han perdido su puesto de trabajo. Mi madre siempre me ha dicho que la liberación de la mujer constituye un atraso: debe trabajar en la calle y en casa, por lo que siempre anda sin tiempo para ella misma, con la obligación de cumplir en el hogar y en la empresa, de mostrar un aspecto impecable, llevar a sus hijos como pinceles y tener atendido al marido a todos los niveles. Como es bien sabido, todos estos objetivos implican realizar un complicado encaje de bolillos y a la postre, cuando se mira la labor terminada, no parece que haya quedado perfecta. Lo que yo le digo a mi madre, es que lo importante no es el resultado de la labor sino de que nos sintamos bien mientras la confeccionamos. Ahora que no puedo trabajar, me acuerdo de los que madrugan mientras yo sigo en casa en mi camita caliente, de los que tienen que conducir para ir al trabajo nieve o caigan chuzos de punta, de los que apenas disponen de tiempo para sentarse un ratido después de comer. A mí me sobra el tiempo a raudales y en cierto modo me siento una parásita social, a pesar de que no trabajo por motivos de salud. Me consuela pensar que dentro de unos meses estaré recuperada y volveré a la frenética rutina del trabajo y la casa, aunque esta última no está sólo a mi cargo sino que mi pareja y yo compartimos las tareas. Ahora la verdad es que las hace él ya que yo no puedo.  Y aunque mi situación cambie y vuelva al trabajo con nuevas y placenteras responsabilidades que supongo nos llenarán de alegría, tal vez me acuerde con nostalgia de algunas de estas mañanas en las que ahora no madrugo o que  no me levanto de la cama porque sencillamente no me tengo. Sí, seguro que me acordaré cuando salga de noche con un frío que pela hacia mi trabajo con la amenaza de una nevada, pero me sentiré feliz porque volveré a ser yo misma.

Desde aquí les deseo a las mujeres trabajadoras que no trabajan que superen sus dificultades y vuelvan a la vida que ellas desean, dentro o fuera de casa, pero felices.

Esto tiene que cambiar

Estamos en marzo y me temo que la primavera sólo llegará al Corte Inglés. La gente está tan harta del frío y de la lluvia que parece desquiciada, triste, con el sentido del humor perdido más allá del núcleo terrestre. Ayer presencié una pelea entre dos perros y sus dueños. Tengo que decir que me dio más miedo la de los dueños, que se dijeron de todo menos guapos, y si hubieran tenido algún arma a mano no dudo que la hubieran utilizado. Al menos los perros son inocentes, les domina el instinto, pero a los dueños se les supone una cierta dosis de civismo.

Esta mañana algún niño que debía estar sólo en casa o por un descuido de los padres, se había dedicado a tirar sus juguetes por la ventana. El suelo estaba alfombrado de objetos de plástico multicolores y la policía municipal miraba hacia las alturas intentando averiguar de dónde procedía la lluvia de juguetes.

Ayer un hombre mató a su novia en mi ciudad, y abandonó su cadáver en el coche, y allí permaneció, como dormida, hasta que los vecinos se percataron de que llevaba mucho tiemoo allí, sin moverse.

Los mejores periódicos de tirada nacional siguen publicando anuncios de contactos, muchos de ellos de mafias chinas que explotan de forma infernal a sus conciudadanas, y se embolsan una buena suma procedente de esas chicas que con poco más de 20 años ya están "quemadas". No quiero ni pensar qué será de ellas cuando ya no sirvan para los propósitos de sus "clientes" y sus captores. Recuerdo que en la novela de Isabel Allende, Hija de la fortuna, la autora denunciaba esa misma situación en la recién nacida California. Eso ocurría durante la fiebre del oro, y la as chicas chinas que ya no soportaban más su cruel destino o que ya estaban destrozadas simplemente las mataban. Supongo que la vida valía y sigue valiendo poco en ese pais, con tal de ganar dinero.

Estamos en marzo y los pájaros no se atreven a salir de su letargo. Los árboles muestran sus muñones desnudos a un cielo gris y no se escuchan los gritos de los niños en el parque. Los columpios se oxidan por falta de uso. Pero esto tiene que cambiar.

Noticias del IMC del Ayuntamiento de Burgos

  • Hoy 2 de marzo, a las 20:00 se presenta en la Sala Polisón del Teatro Principal: "Un recorrido en pictogramas: el camino de Santiago". La obra está dedicada al público infantil entre 3 y 8 años. En el mismo acto se rendirá homenaje a Juan Carlos Estébanez Gil.
  • El IMC junto con el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua han editado un facsímil de la revista de poesía Artesa, que funcionó desde 1969 a 1985 y en la publicaron Camilo Jsé Cela, Victoriano Crémer, Jorge guillén, etc. y que dirigía Antonio L. Bouza. Se expondrá en el Arco de Santa María hasta el 28 de marzo y después se trasladará al Círculo de Bellas artes de Madrid y a la sala de exposiciones de Caja España en Valladolid.