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LECTURAS

EXTRAÑOS EN UN TREN NOCTURNO, de Emily Barr

Estoy en una fase en la que sólo me apetece leer novela de misterio o historias góticas. A la primera categoría pertenece esta obra de Emily Barr. Hay un misterio, como debe ser, pero también una profunda reflexión sobre las relaciones familiares, que como bien sabemos no siempre son tan idílicas, y tambien sobre las relaciones de pareja, a las que alguna vez nos hemos aferrado para escapar de una situación de abandono, de soledad o de ansia de ser como todo el mundo. Sin embargo esas relaciones no funcionan, nacen y malviven desequilibradas. Uno de los miembros de la pareja siempre se entrega al máximo y el otro se deja querer, engañándose, hasta que la realidad le explota en la cara y descubre que ya no puede aguantar más.

Las novelas, como las recetas de cocina, contienen una serie de ingredientes que bien elaborados proporcionan mucho placer a los lectores. En mi caso, además del misterio, otro de los ingredientes que no falla es que la historia transcurra en Inglaterra. No me pregunten por qué. Un escenario rural, con la casa y el jardín, en este caso en el idílico Cornualles, que se alterna con el frenético Londres, y que se conecta felizmente con un tren, y ya sea nocturno o no, me resulta tremendamente atractivo. Será cosa de "hacérmelo mirar".

La novela me ha encantado, me la he bebido en cuatro días, y la he disfrutado un montón. La recomiendo vivamente y espero leer en breve la otra novela que ha publicado: El único recuerdo de Flora Banks.

Texto de Vargas Llosa homenaje a la mujer real

  Me ha llegado a través de Esther Pardiñas este delicioso texto en el que las mujeres sí nos sentimos reconocidas:

Todas las flores del desierto están cerca de la luz.

Todas las mujeres bellas son las que yo he visto, las que andan por la calle con abrigos largos y minifaldas, las que huelen a limpio y sonríen cuando las miran. Sin medidas perfectas, sin tacones de vértigo.. Las mujeres más bellas esperan el autobús de mi barrio o se compran bolsos en tiendas de saldo. Se pintan los ojos como les gusta y los labios de carmín de chino.

Las flores del desierto son las mujeres que tienen sonrisas en los ojos, que te acarician las manos cuando estás triste, que pierden las llaves al fondo del abrigo, las que cenan pizza en grupos de amigos y lloran sólo con unos pocos, las que se lavan el pelo y lo secan al viento.

Las bellezas reales son las que toman cerveza y no miden cuántas patatas han comido, las que se sientan en bancos del parque con bolsas de pipas, las que acarician con ternura a los perros que se acercan a olerlas. Las preciosas damas de chándal de domingo. Las que huelen a mora y a caramelos de regaliz.

Las mujeres hermosas no salen en revistas, las ojean en el médico, y esperan al novio, ilusionadas, con vestidos de fresas. Y se ríen libres de los chistes de la tele, y se tragan el fútbol a cambio de un beso.

Las mujeres normales derrochan belleza, no glamour, desgastan las sonrisas mirando a los ojos, y cruzan las piernas y arquean la espalda. Salen en las fotos rodeadas de gente sin retoques, riéndose a carcajadas, abrazando a los suyos con la felicidad embotellada de los grandes grupos.

Las mujeres normales son las auténticas bellezas, sin gomas ni lápices. Las flores del desierto son las que están a tu lado. Las que te aman y las que amamos. Sólo hay que saber mirar más allá del tipazo, de los ojazos, de las piernas torneadas, de los pechos de vértigo. Efímeros adornos, vestigios del tiempo, enemigos de la forma y enemigos del alma. Vértigo de divas y llanto de princesas.

La verdadera belleza está en las arrugas de la felicidad...

Vargas Llosa


 

Posesion

 

Cuando veía el otro día Posesion en la Sexta3, y observaba el trabajo de los actores que representan a dos poetas victorianos, no pude menos que emocionarme ante la belleza de sus palabras y la pasión que los desborda, que me recordaban muchísimo a otros dos actores muy conocidos.

Tal vez el director quiso contar con Meryl Streep y Richard Gere, y al no estara disponibles buscó a otros actores de sorprendente paarecido que más bien parecen imitarles que construir sus propios personajes. Seguro que es mi propia imaginación la que ve a Meryl Streep en un papel que me parece hecho a su medida, igual me ocurre con Gere y no el subsconsciente del director. En cualquier caso, ella transmite esa luz sedante a través de su cutis de porcelana y un cabello pelirrojo claro, mientras que él, con el pelo alborotado, muestra una expresión similar sin llegar a producir el extasis de los diminutos ojos de Gere, que se encojen como para encontrar en su interior lo que el papel demanada, haciéndolo tremendamente real.

En este enlace http://www.labutaca.net/films/16/posesion1.htm podéis encontrar muchísima información sobre la película, que está basada en la novela de A. S. Byatt, que espero leer muy pronto Seguro que la repiten en la Sexta3. Os la recomiendo.

Aurora boreal

De la mano de la escritora sueca, Asa Larsson, me adentré en el paisaje invernal de Suecia. Como ya he comentado varias veces en el blog, las coincidencias se suceden en mi vida. Terminé la lectura de esta novela compartiendo con la inspectora Anna-Maria Mella la misma situación fisiológica. Ella se adelantó una semana a la hora de culminar un largo proceso, o más bien fui yo la que me retrasé, y necesité de ayuda para llegar a buen puerto. El modo en que ocurrió, que se refleja en la última página del libro, no fue el mismo pero sí el resultado.

Me resulta admirable cómo esta inspectora se entrega a su labor, lo cual sólo es concebible en personas apasionadas por su trabajo aunque sea sórdido.

Esta novela de misterio, en el que se debe resolver un curioso crimen, nos muestra de nuevo y de forma brillante la cara más negra de la sociedad sueca, y como en la trilogía de Millenium, los personajes no paran de tomar café.

La elegancia del erizo

Esta novela de Muriel Barbery no necesita mucha publicidad, pues el boca a boca y la prensa que recoge las noticias literarias ya se ha encargado de difundir sus virtudes, no en vano ha sido superventas en Francia. Eso no quiere decir que sea un libro "fácil". Sus páginas están impregnadas de filosofía -la autora es profesora de esta disciplina-. En mi opinión se extiende demasiado comentando algunos aspectos de esta cuestión, profundizando demasiado en esos temas. Para los que no nos gusta la filosofía -lo siento, es así en mi caso-, esos párrafos son un auténtico castigo. Por suerte no son demasiados y el resto de la novela es una auténtica delicia. Además, cuando la autora se extiende en términos filosóficos corta el ritmo de la narración, importantísimo para mantener el interés del lector. Por suerte, la historia es tan potente que al final se puede saltar todas esas divagaciones filosóficas y continuar con lo que verdaderamente nos ha cautivado: la vida de las dos protagonistas y los personajes secundarios, no menos interesantes.

La metáfora que encierrra el título es una preciosidad y de  nuevo un tema recurrrente en la literatura se cuela entre las páginas de esta novela: las apariencias engañan. También encierra un mensaje de esperanza, luz y de superación, y un inmenso amor por la cultura. Es de esos libros que no se olvidan, y sus personajes son de los que te roban el corazón.

Trilogia Millenium

Hay best-sellers que me he negado a leer después de que otros me defraudaran, no porque fueran best-sellers. Una de las últimas decepciones fue La catedral del mar. Me pareció una mala copia de Los pilares de la tierra, y hacia la mitad me aburrió bastante y lo dejé. Lo mismo me pasó con La hermandad de la sábana santa, pero luego La Biblia de barro me encantó, así que si cae en mis manos el segundo libro de Ildefonso Falcones lo leeré.

Con la trilogía de Millenium me pasaba otra cosa, era una especie de idea de llevar la contraria a todo el planeta, pero a la vez sentía una enorme curiosidad. Finalmente me han dejado los dos primeros libros y he de decir que me han encantado. Estoy deseando leer el tercero y lamento que el autor haya fallecido, pues podría habernos regalado lecturas estupendas. Los personajes están muy bien construidos, sobre todo el de Salander, yo diría que es único. Se trata de una auténtica heroína que sobrevive a pesar de que otros se empeñan en hundirla. El protagonista masculino también atrapa por su tenacidad y su sentido de la amistad. También aparecen personajes realmente despreciables. La trama es buenísima y el autor sabe administrar con maestría el suspense. Mi única crítica es que sus personajes parecen alimentarse sólo de café y sandwiches o de comida precocinada en el mejor de los casos. No sé si comerán así en Suecia, aunque imagino que el café será bastante flojo, dada la cantidad que toman. Durante la lectura sólo me apetecía comer sandwiches y tomar café, como los protagonistas y en algún descanso de la lectura lo he hecho. Los personajes no podían dejar de investigar y yo nó podía dejar de leer los resultados de sus pesquisas.

Ya sé que esta trilogía no necesita publicidad a estas alturas, pero si queréis que un libro os atrape de verdad y tener el entretenimiento asegurado, no dejéis de leerla. Nunca olvidaréis a Lisbeth Salander.

La biblia de barro JULIA NAVARRO

Me parece una novela valiente, mucho mejor que La hermandad de la sábana santa, que pone de manifiesto una realidad que uno se imagina, pero que en el fondo desea que no sea cierta: la existencia de seres malvados sin escrúpulos. No es un libro más secretos relacionados con la iglesia que harán tambalearse a la humanidad sino mucho más seria.

Me ha gustado muchísimo más que La hermandad de la sábana santa, que incidía en un terreno un tanto trillado por otros novelistas, y que ya cansa, que es el de las hermandades y la custodia de secretos tipo el Código da vinci y otros. Una de estas novelas está bien, pero tantas ya cansan.

Sin embargo en La biblia de barro, Julia Navarro pone de manifiesto sus dotes como periodista y su conocimiento de la política internacional para ilustrar una historia terrible que aconteció durante la segunda guerrra mundial y los tejemanejes económicos que son el trasfondo de todas las guerras, en este caso conectando con la guerra de Irak. Observando la tragedia en Haití me imagino que ya habrá una serie de personajes frotándose las manos y repartiéndose el botín de la reconstrucción de este país castigado por la esclavitud, la explotación, la corrupción, el olvido y ahora un tremendo terremoto. Estos personajes probablemente sean los mismos que se las prometían felices en los meses previos a la invasión de Irak. Ya se sabe que las guerras y las catástrofes destruyen a miles de personas, pero siempre existe una minoría dispuesta a hacer negocio con el sufrimiento de los demás. Esperemos que no se olviden de Haití después de unas semanas, como solemos olvidarnos de lo que ya no aparece en la prensa diaria.

Hay quien dice que la autora se aprovechó de la tragedia de Irak, yo soy de las que opino que dada la confusión internacional sobre el origen de la guerra, los falsos motivos de la misma y el desastre al que se ve abocada la población, es necesario que se escuchen las voces que nos abran los ojos, aunque lo que veamos no nos guste y nos parezca el máximo exponente de la depravación humana. No debemos mirar a otro lado porque la tragedia no nos salpique directamente.

Sputnik, mi amor

Bajo este curioso título se esconde una novela de, como no, Murakami. Otra historia más de personajes solitarios, pero en esta ocasión con un final tan sorprendente que he tenido que leerlo varias veces para cerciorarme que era cierto. El germen de esta novela se encuentra en el cuento "Los gatos antropófagos", como también ocurría con Tokio Blues. Y como siempre, es un libro que se deja leer con facilidad, que atrae como un poderoso imán y eso es de agradecer. Ya no pierdo el tiempo con obras supuestamente buenas que no son capaces de captar mi atención en los primeros capítulos. La vida es corta y hay muchos libros por leer. El título, además de curioso, resulta divertido, pues surge del error de una de las protagonistas. De  nuevo el mundo de lo irreal se mezcla con lo tangible para sorprendernos y hacer temblar nuestros cimientos.

La única cosa negativa de la novela es que es demasiado corta, aunque tal vez la historia no de para más. Siempre he opinado que cada narración posee su propia medida, su justa longitud, y acortarla o alargarla sólo puede desvirtuar lo escrito. Sin embargo, Sputnik, mi amor coexiste perfectamente con la historia de los gatos antropófagos. Tiene Murakami una extraña fijación con los gatos, pues también son protagonistas de Kafka en la orilla, de una forma también muy curiosa. Espero que también les guste.

 

La bastarda de estambul de Elif Shafak

Me ha encantado esta novela, y seguro que también la disfrutarán aquellos amantes de la literatura ambientada en lugares exóticos, en la que se profundiza en las costumbres de un país -en este caso las culinarias- y en las que la historia de los personajes va mucho más alla de lo que pudiera parecer inicialmente. En la novela se plantea además el problema del éxodo del pueblo armenio de Estambul, que convivía a principios del siglo XX con judios, cristianos, musulmanes y todo tipo de culturas hasta que fueron expulsados. También es una novela en la que se  pone de manifiesto el dilema de los jóvenes que tienen un pie en la civilización oriental y otro en la occidental, que se preguntan a qué mundo pertenecen realmente, dónde están sus raíces. Por tanto la novela también encierra esa búsqueda de la identidad, de la que en algunos casos se reniega, así como pone encima de la mesa la ignorancia de los pueblos que no recuerdan o no quieren recordar el daño que hicieron a otros simplemente por ser diferentes.

Cada capítulo está ligado a un alimento que tiene que ver con la trama. Y ésta se complica hasta límites insospechados. La edición de la editorial Lumen acompaña un pequeño recetario que es muy de agradecer. Aunque la novela está ambientada en la actualidad los personajes viajan hacia el pasado, sobre todo el siglo XX, cuyos sucesos cambiarán radicalmente su destino. Recoge además pasajes de auténtico realismo mágico que nos recuerda a isabel Allende o García Márquez, pero a la turca.

En definitiva, una novela que no os podéis perder. Sé que a mi amiga Esther, si no la ha leído, le encantará.

Otro enlace interesante sobre decoración

 

www.redecorando.com

En esta página he encontrado desde ideas para reciclar objetos, hacer manualidades hasta artículos sobre muebles de diseño. Me parece muy completa e interesante, y está en castellano.

Kafka en la orilla Haruki Murakami

Hasta el momento, se trata de la obra más compleja que he leído de Murakami. Si ya en sus cuentos apunta una suerte de realismo mágico a la nipona, aquí su surrealismo alcanza la máxima expresión. Eso sí, a través de iconos sorprendentes propios de la cultura occidental.  Como siempre, son la soledad, el dolor y el amor los verdaderos protagonistas de la novela, encarnados en personajes aparentemente inconexos y muy diferentes. También una gran solidaridad se cuela entre los personajes, a pesar de las circunstancias encontrarán la ayuda de varias personas. En estos tiempos resulta algo increíble.

 Los animales vuelven a hablar en este universo onírico tan particular, en el que la búsqueda del sentido de la vida es también una constante. Dos detalles me han llamado mucho la atención: el grado de violencia en uno de los capítulos, en el que un ser real o irreal -aún no lo tengo claro- comete unos actos muy desagradables, en contraste con el entrañable sentido del humor de uno de los personajes, el joven Honshino. Y es que si mal no recuerdo, Murakami no se prodiga mucho en cuanto a su sentido del humor. Honshino no es el típico personaje culto, con estudios y afición por la música, pero sufre una transformación a lo largo de la novela que le lleva a encontrar un objetivo en su vida. Otro personaje encantador, por su inocencia, es Nakata. Nakata es Nakata, hay que leer la novela para conocerlo y quererlo.

Como siempre, el autor no deja de captar nuestra atención con una historia montada en esta ocasión a dos voces, que podrían ser dos historias independientes si... No voy a desvelar nada. Las conexiones entre esas dos partes son la clave de la novela y lo único que le reprocho es la falta de más nexos que aclaren el sentido de sucesos y personajes secundarios. Pero tal vez, como en la vida, muchas cosas no tienen explicación y deben permanecer como meras hipótesis.

No sé si es la mejor novela de Murakami, pero para mí es la más extraña y desconcertante, y desde luego me anima a seguir leyendo sus trabajos.

El manuscrito de piedra, Luis García Jambrina

A veces desconfío de la novela histórica. Tengo una especie de prevención extraña, sobre todo si la novela se encuentra saturada de fechas, nombres de reyes, batallas, etc. Supongo que esto me viene de mi época de estudiante de bachillerato, entonces estudiar historia suponía aprender de memoria una serie de datos, lo que era tremendamente tedioso. Me imagino que hoy día la historia se enseña de otro modo más lógico y ameno.

Esa desconfianza inicial se desvaneció tras la lectura del prólogo de El manuscrito de piedra. Me di cuenta que el autor no sólo era un entendido en temas históricos sino que estaba dotado de las dotes de un narrador extraordinario. Captó mi atención de inmediato y me sumergió en una época de nuestra historia, que como muchas otras, desconocía. Además de plantear un misterio -nada esotérico sino totalmente terrenal y humano-, el otro secreto de la novela radica en el escenario en la que transcurre: Salamanca.

Salamanca es una ciudad que siempre me gustó, pero experimenté un cariño especial hacia sus calles cuando viví unos días en ella durante las oposiciones. Tengo un excelente recuerdo porque las aprobé. Tal vez si hubiera suspendido me quedaría una especie de resquemor, como me pasa con Palencia.

Tiré la casa por la ventana y me alojé en el hotel San Polo, que tiene la particularidad de albergar las ruinas de una iglesia románica y estar muy cerca de la catedral. De hecho podía verla desde mi ventana. Todo un lujo. Los nervios por los exámenes me hacían despertarme muy temprano, sobre las cinco y media o seis de la mañana. A esas horas aún no se podia desayunar y necesitaba imperiosamente tomarme algo. La primera mañana le pregunté al recepcionista si había algún lugar abierto cerca y me señaló una churrería situada a escasos metros del hotel. El local era diminuto y estaba atestado de estudiantes que terminaban su noche de juerga, unos con chocolate otros con cubatas, y trabajadores que desayunaban antes de incorporarse a sus tareas. Pedí un chocolate con churros. Normalmente me sienta como un tiro esta combinación, pero en esas condiciones de estrés me sentó maravillosamente. Mientras los demás opositores se enfrentaban a las pruebas con el estómago vacío por los nervios, yo acudía con el mío repleto de una colación deliciosa y contundente. Ningún día desayuné en el hotel, me hice adicta al olor a fritanga, a las conversaciones inconexas de los borrachos y al silencio de los trabajadores que a duras penas podían abrir los ojos.

El primer día que llegué a Salamanca, tras dejar mi equipaje en el hotel, me di una vuelta por el lugar donde tenía que examinarme a la mañana siguiente y después, con un plano en el bolsillo, me abandoné a las bellísimas calles de color arena. Terminé tomando un refresco en un bar muy amplio, en el que un hombre tocaba un piano y una mujer cantaba preciosos boleros. Aquella tarde casi me olvidé de la razón que me anclaba a Salamanca y pensé que era el mejor lugar para sufrir una oposición.

Nunca me arrepentí de elegir ese hotel, ni de repasar los esquemas en la plaza mayor, mientras mi marido disfrutaba de la mañana, ni de cenar en una terraza en una calle atestada de restaurantes, durante la hora escasa que me había permitido  descansar.

Me voy por las ramas, pero no dejo de recomendarles la novela. Me gustó muchísimo, por su calidad literaria e histórica y porque me ha hecho disfrutar de la lectura. Sólo me queda decir que me la he bebido en dos tardes, en las que he regresado a mi querida Salamanca.

 

SAUCE CIEGO, MUJER DORMIDA

 

Tal vez debería cambiarle el nombre al blog y llamarlo algo así : fandemurakami. Sí, de nuevo estoy comentando una de sus obras. De momento me quedan otras tres -que yo sepa que existan- por leer. De momento no tengo los libros, así que os daré una tregua y me dedicaré a escribir sobre otras lecturas.

La novedad de Sauce ciego, mujer dormida, estriba en que Murakami nos muestra su faceta de escritor de relatos. Ya sólo el prólogo escrito por el autor es una auténtica joya, en el que reflexiona sobre la escritura de relatos y novelas y cómo él se mueve de un género a otro.

He tenido esta obra en mi mesilla de noche desde septiembre. Y me la he dosificado como si fuera una caja de bombones deliciosos. Cada noche leía un relato y así me enfrentaba a la posibilidad del insomnio con una pequeña historia, impecablemente escrita, llena de sensibilidad, imaginación y ternura. Como reza la contraportada: “Murakami en estado puro”.

En uno de los relatos se encuentra el germen de Tokio Blues, y en otros no oculta su pasión por el jazz. En muchos de ellos el autor se detiene a contar el pasado de los prtagonistas, en qué tipo de familia se criaron, a qué tipo de colegio o universidad fueron. Es esa una de las constantes del autor, indagar en el pasado educativo de sus protagonistas, en el que se forjaron sus amistades y sus sueños, que en muchas ocasiones no se materializan.

Me han gustado mucho todos los relatos, aunque siempre hay favoritos por diversas razones. El último: El mono de de Shinagawa me ha sorprendido muchísimo, es un claro ejemplo de realismo mágico. Me pareció encantador el de La tia pobre, que me recordaba a las excentricidades de Juan José Millás. Y también me impresionaron Hanaley Bay y Conitos.

Este libro me parece ideal para aquellos que no tengan tiempo ni disciplina para leer una novela pero no quieran perderse a Murakami.

Almas grises

Este es el título de la novela de Phillipe Claudel. El título resulta a primera vista un tanto deprimente, y tal vez no lo hubiese elegido como lectura veraniega si no me lo hubiera recomendado mi librero y cuentista favorito, Javier Gil. Desde aquí le doy las gracias por haber puesto esta obra en mis manos y reivindico la figura del librero, pues conoce nuestros gustos y evita que lecturas imprescindibles pasen desapercibidas para nosotros.

Claudel escribe como los ángeles, si es que los ángeles se dedican a estos menesteres. Sabe atrapar magistralmente al lector, dándole un misterio en un entorno muy particular -un pueblo francés en las proximidades del frente durante la primera guerra mundial-. El gris tiñe el ambiente, enrarecido por una guerra que los protagonistas no ven directamente pero que se esconde tras las montañas y todos saben que está allí, y mancha los corazones de los personajes protagonistas en los que la pérdida es una constante. Sorprende desde el principio que se desconoce la identidad del narrador y se entiende que es uno de los personajes que participan o han vivido los sucesos narrados muy de cerca.

A pesar del título, como decía, la novela deja un poso de gratitud al autor por el trabajo bien hecho y un mensaje o moraleja ya muy manido pero no por ello menos cierto: "Las apariencias engañan".

Creo que Claudel se convertirá en otro de mis autores favoritos.

La isla bajo el mar ISABEL ALLENDE

 

Para que vean que no sólo me intereso por la lieratura oriental y que también leo bestsellers, aquí incluyo esta entrada sobre esta espléndida novela de Isabel Allende. Hasta ahora Allende no me ha defraudado nunca. Siempre ha logrado mantener mi atención, captar todo mi interés, y en muchas ocasiones trasladarme a contextos históricos y geográficos totalmente desconocidos para mí. La autora no sólo entretiene con historias atractivas sino que también tiene un interés didáctico enorme. Se nota que se ha empapado en la historia tremenda de Haiti, en sus orígenes sangrientos, que explican por qué en la actualidad se trata de una nación pobre y castigada por la violencia.

Pero además, la autora nos vuelve a obsequiar con un personaje femenino protagonista de los que ella sabe componer tan bien, una mujer valiente, que no se conforma con su trágico destino sino que aprovecha las oportunidades que le da la vida para sobrellevar sus penurias. Y todo ello siendo buena persona, lo que atrae como un imán a un coro de personajes, también muy interesantes, tanto masculinos como femeninos, todos ellos dignos a su vez de ser protagonistas de su propia historia.

Me decía una amiga que esta novela debía de ser dura, y lo es, pero también encierra un mensaje de esperanza y superación. Teté, la protagonista, nunca se rinde a pesar de todo lo que le ocurre. Acepta lo inevitable y lucha por cambiar lo que está al alcance de su mano. Ahí radica la grandeza del ser humano: saber asimilar lo que no depende de nosotros, por muy duro que sea, y levantarnos del suelo para seguir, a pesar de todo.

Como decía, una hermosa novela, que me ha emocionado mucho, sobre todo al final, y que no deben perderse.

AFTER DARK

Sigo leyendo novelas japonesas y no me canso. Con cada obra llego al convencimiento de que los autores japoneses están dotados de una gran sensibilidad para reflejar los más íntimos pensamientos del ser humano, especialmente los relacionados con el amor. Sin embargo, esta obra de MURAKAMI es radicalmente distinta a otras que ya he comentado en el blog. El autor refleja una realidad: la noche. La noche en la ciudad y en la intimidad del dormitorio. Los personajes de esta noche están tocados por una absoluta soledad y cada uno de ellos, arrastrando el peso de su propia historia, transita a través de los minutos eternos que comprenden la oscuridad. Los insomnes sabemos de esa larga travesía nocturna, vivida como una condena en la que sueño se niega a proporcionarnos el anhelado descanso para el cerebro. Sin embargo los personajes de After Dark parecen haberse refugiado en la noche para sobrellevar la vida durante el día o para sobrevivir a los peligros de la luz del sol. También hay un personaje que nos habla a través de un sueño eterno de bella durmiente sin príncipe que la despierte.

En la novela no hay un principio ni un final, como ocurre en otras obras de Murakami. Podría definirse como una sucesión de imágenes que componen el cuadro vivo de cualquier ciudad. tiene un ritmo y una exposición totalmente cinematográfica, y bien podría llevarse al cine. Como en Vidas cruzadas, de Robert Altman, una pelílcula que convierte al espectador en observador de la vida de unas personas durante unas horas, sin más pretensiones que mostrar la realidad. En After dark, esa realidad a veces parece inocente y en ocasiones se encuentra teñida por la maldad humana que hace desgraciados a los personajes.

En resumen, otra novela muy recomendable que no os dejará indiferentes.

UN GRITO DE AMOR DESDE EL CENTRO DEL MUNDO

Este es el título de la novela de Kyoichi Katayama. Por suerte, me ha dado por la lectura de autores japoneses actuales, y digo por suerte porque hasta ahora no me han decepcionado.

Hay libros que sencillamente emocionan. Libros que estremecen todos los tejidos de nuestro cuerpo sin caer en el sentimentalismo fácil. Y además están muy bien escritos. Un grito de amor desde el centro del mundo es uno de ellos. Los protagonistas de la historia son una pareja de adolescentes. Es apta tanto para adultos como para los propios adolescentes. La dureza del drama que sacude a los protagonistas, como uno de los tifones que de vez en cuando visitan Japón, no obstaculiza que los jóvenes se detengan en esta novela. Los protagonistas son dos personas responsables con sus estudios, que se divierten, pero sanamente, como muchos jóvenes de nuestra sociedad que a golpe de medios de comunicación nos quiere imponer la imagen de que todos los adolescentes viven rodeados de drogas, violencia y carentes de objetivos para su vida. Estos estudiantes no son adictos al botellón ni carecen de valores. Es esta una novela de amor, de amor con mayúsculas. Un amor que no sólo impregna a Sakutarô, el protagonista masculino, sino que irónicamente y de un modo similar también condicionó la vida del abuelo del muchacho. Son los amores de nieto y abuelo los que les unen de una forma extraña y definitiva, además de un secreto terrible, que alcanzará al nieto como lo hizo en el pasado con el abuelo.

Es importante destacar que en el libro aparecen reseñas literarias, citas de lecturas que hacen los protagonistas y que nos introducen en la literatura japonesa. Pero son los diálogos entre Sakutarô y su novia Aki, así como los que se dan entre abuelo y nieto los que tienen un valor inesperado. Sobre todo los de los adolescentes, en los que Aki se plantea muchas cuestiones sobre el más allá y la muerte. Recojo algunas de ellas como muestra a continuación:

Dice Aki a Sakutarô :

"- No sé. A mí me da la sensación de que el otro mundo es algo que nos hemos inventado porque nos conviene. ¿A ti no?"

Dice el abuelo a su nieto Sakutarô:

"- Si se inventara una máquina que permitiera hablar sin problemas con los muertos quizás seríamos peores de lo que somos"

En resumen se trata de una novela que reflexiona sobre un tema tabú, la muerte, sobre todo durante la adolescencia y la juventud en la que pensamos que viviremos siempre, y es una gran lección de amor.  No os la perdáis.

 

 

Extraño cumpleaños

Últimamente no soy muy puntual en nuestra cita. En esta ocasión un asunto muy importante me ha tenido alejada del ordenador y de internet. En estos últimos tiempos las circunstancias y los sucesos me obligan a relativizarlo todo y, créanme, se trata de un ejercicio muy sano.

Por otra parte, mi repentina ausencia de los círculos en los que transito me ha revelado que hay muchas personas cerca de mí, y eso, hoy en día, representa todo un lujo. En estos tiempos en los que parece imperar el egoísmo existen personas desinteradas, profesionales que se implican en su trabajo y lo realizan con una gran humanidad y sencillez. Me reafirmo en mi apuesta por el optimismo frente a ese sentimiento derrotista que atenaza a gran parte del personal. La gente me ha demostrado que existe la solidaridad, y no es la primera vez que recibo esta percepción.

Por otra parte, hace unos días fue mi cumpleaños. Fue un día un tanto extraño. Muy feliz y muy triste a la vez, lleno de esperanza y de pena. Todo a partes iguales. Parece mentira que unas horas se puedan concentrar tantas emociones. La vida es así, nos sorprende y nos sorprenderá cuando menos nos lo esperemos.

 He recibido varios regalos, materiales e inmateriales -estos últimos muy muy deseados y especiales-, y entre ellos, ¡Cómo no!, libros. Cuando era pequeña mis familiares se lamentaban de que el libro regalado me durase solo una tarde. Ahora han pasado esos tiempos en los que mis únicas preocupaciones eran las de una niña apasionada por la lectura, y leo cuando tengo tiempo y no estoy muy cansada. Los libros me duran más. No me resisto a decir los títulos por si alguien no sabe qué leer en estos días:

  • La escala de los mapas, de Belén Gopegui
  • Sauce ciego, mujer dormida, de Murakami
  • La isla bajo el mar, de Isabel Allende

 

Ahora estoy leyendo Ella que todo lo tuvo, de Ángela Becerra y After dark, de Murakami. Escribiré próximamente sobre ellos. Y también tengo pendientes un par de referencias a las que quiero dedicar el tiempo que se merecen. Pero todo a su tiempo.

Os escribo en la tranquilidad de una tarde que agoniza mientras la voz áspera y elegante de Diana Krall relaja mi espíritu.

Hasta pronto.

El reino del dragón de oro de Isabel Allende

 

Es esta una novela perfecta para el verano, rellena de jugosas aventuras que podrán entretener a adultos sin ganas de complicarse la vida y a jóvenes lectores. A estos últimos es a los que les recomendaría este libro. Los personajes ya aparecen en La ciudad de las bestias.

Según leía la novela me recordaba a otra que leí hace poco: Todo bajo el cielo, de Matilde Asensi. Mientras la primera está ambientada en un remoto reino en las montañas del Himalaya, la segunda se enclava en el corazón de China. En ambas se apela a la sabiduría, al poder de la mente y a conocimientos ya olvidados por la mayoría de los mortales. En las dos novelas una mujer adulta se hace acompañar de adolescentes para emprender una gran aventura. Y también en las dos se busca un gran tesoro, que pertenece a un rey o a un emperador. Compiten por su localización los buenos y los malos, a los que solo les interesa el dinero. Los buenos son de alma pura y aventureros natos, a los que no les mueve la ambición. En los dos libros los protagonistas deben pasar por una serie de salas llenas de trampas milenarias y maléficas para alcanzar el tesoro. Todas las novelas de aventuras tienen elementos en común, por supuesto, pero en este caso me parecen demasiados.

Tras la lectura de la novela de Allende, busqué la de Asensi. Miré el año de la primera edición: Todo bajo el cielo, 2006 y El reino del dragón de oro, 2003.

Juzguen ustedes.

No obstante, y para no ser tan malvada, diré a favor de Asensi que su novela es perfecta para iniciarse en la historia de la antigua China.

 

Tres años

Revisando el blog me he dado cuenta de que ya han pasado tres años desde que comencé a llenar el ciberespacio con mis cosillas. Sé que hay personas que me leen, y eso me reconforta. Pero como a cualquier capitán de barco, esta bitácora también me sirve para registrar este viaje que es la vida, para tener siempre presentes las lecturas que me han emocionado, las frases que me han llamado la atención, y para soltar esas pataletas frente a aquello que no me gusta o me exaspera. También sirve como tablón de anuncios de mi querida tertulia, Caleidoscopio. Llevamos ya unos añitos, desde el 2004, y espero que sigamos muchos más.

Sigue la vida, y los libros nos acompañan, y con ellos nunca sentiremos lo que es la verdadera soledad. Siempre habrá alguien narrandonos una historia desde las páginas. Y si queremos escuchar, transitaremos por el mundo con una maleta mucho más llena. Durante estos días leo la segunda parte de Inquietud en el paraíso de Óscar Esquivias, La ciudad del gran rey. Esquivias es quizás nuestro escritor burgalés más conocido. Sentí una gran alegría cuando vi Inquietud en el paraíso en el FNAC. Hoy desgrano la novela, despacio, para que dure más tiempo, como una granada madura. Y me encuentro con agradables sorpresas, no sólo con una gran imaginación del autor, sino con unos maravillosos fragmentos intercalados en el texto, que por si solos merecerían un libro. Constituyen en sí mismos microrrelatos. Y son redondos, con lo difícil que es crear un buen microrrelato. A las alturas de la novela en que me encuentro desconozco su sentido, pero me parecen encantadores. Os dejo con vuestras propias lecturas y que disfrutéis del merecido descanso del verano. Y que mañana sea un día tranquilo, sólo pido eso.