Blogia
anamayoral

Montajes operísticos

 

No soy una experta en ópera, tan sólo una persona aficionada que disfruta mucho de este arte escénico y musical tan completo. Pero como aficionada supongo que podré opinar -aunque los puristas se me echen encima- sobre algunos montajes que se realizan en la actualidad Pongamos como ejemplo el de Salomé. He visto un reportaje sore la interpretación que hace el director, actualizando la historia y el vestuario. Es algo que no soporto. Creo que deberían respetarse tanto el contexto histórico como escenográfico de las óperas, el vestuario y todo aquello que fue concebido por el autor original. Me temo que muchos directores, en aras de una supuesta genialidad, se dedican a ubicar ciertas óperas en ambientes actuales que no resultan nada creíbles. Recuerdo una ópera de Mozart a la que habían ubicado en un almacén ferretero actual con los cantantes paseándose en patines de ruedas por el escenario. Por suerte era una emisión telivisiva y pude apagar el aparato. No había forma de seguir la obra dignamente.

Tal vez sea muy dura con mis palabras y lo siento porque no deseo ofender a nadie. Sin embargo no puedo callarme mi opinión y es que todos estos directores que alteran la concepción original de la obra como son incapaces de crear una ópera nueva y diferente se dedican a modificar y destrozar las que otros músicos concibieron con gran trabajo y talento. Cualquier día nos sorprenderán con una Traviata en la que el brindis se desarrolla en un parque a ritmo de botellón nocturno, en el que las copas se sustituyen por vasos de litro y el escenario está alfombrado de bolsas de plástico, botellas de refrescos y alcohol de garrafón. Espero no haber dado ideas a nadie.

El teatro tampoco se libra de este tipo de atropellos. En Alcalá de Henares hace años que se representa El Tenorio el día de todos los Santos. El mérito de esta representación es que tiene lugar en diferentes escenarios de la ciudad, todos ellos constituyen el bello conjunto histórico de Alcala. Así la ambientación es exquisita y el público se desplaza de un escenario a otro siguiendo el desarrollo de la obra y disrutando del buen hacer de actores consagrados y locales. He llegado a ver esta obra reinterpretada con vestuario de los años 20, muy bonito pero tremendamente anacrónico.

Soy consciente de que mi proteta cae en saco roto, pero al menos desde el blog me queda el único recurso: el del pataleo.

1 comentario

Laura -

La cuestión es si los escenógrafos (los grandes divos del s. XXI) deben limitarse a reproducir las óperas recreando las circunstancias en las que fueron creadas, o si deben explorar otras posibilidades (como el tema es tan actual, situémos la acción en un ambiente que recree la sociedad actual). No se si ésta es la mejor manera de acercar la ópera al público, que en general, está más cerca de la música histórica que de la contemporánea..