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anamayoral

Ecología y chiringuitos

Quien les habla es una defensora de la naturaleza, de su conservación racional, e incluso imparte clases sobre el tema a alumnos de secundaria y bachillerato. Sin embargo, estando convencida de la necesidad de la ley de costas no lo estoy tanto de la forma de aplicarla. Como siempre, en este país se mide con dos raseros. Se amenaza al humilde chiringuito y se permite que el chalé ubicado en pleno acantilado permanezca. Si ambos se construyeron antes de la aparición de dicha ley deberían respetarse, y si no, demolerlos a ambos. Pero no, se ataca a los chiringuitos, que crean puestos de trabajo y dan alegría al personal, que bastantes problemas tiene ya a lo largo del año, y se permite que los casopones costeros se mantengan desafiantes sobre las rocas donde deberían anidar las aves. Conozco gente que incluso se vanagloria de tener un chalecito en pleno acantilado. Gente que no tiene ningún pudor en presumir de tal posesión ni de otras. Supongo que es una cuestión de inseguridad. No me gusta la gente que alardea de sus bienes materiales y de su elevado intelecto, sobre todo cuando se haya en foros de menor nivel adquisitivo y cultural. Pero en lugar de enfadarme termino pensando que algún complejo interior les devora si sienten esa contínua necesidad de decirnos lo maravillosos que son y todo lo que poseen.

Volviendo al tema, el otro día vi en la tele un programa en el que se recogían testimonios de dueños de chiringuitos. Muchos de ellos con más de veinte años de antigüedad, y no sólo en la costa del sol, también pudimos ver un caso drámático  en Cantabria. No hace falta ir a la costa del sol, ni a Benidorm para contemplar desmanes. En la playa de Sopelana hay chalets sobre los acantilados, y también a lo largo de la costa cántabra. Y si nos vamos hacia el interior, el desenfreno económico ha dejado sembrado de esqueletos de hormigón un montón de pueblecitos, obras abandonadas que vete a saber cuándo se acabarán.

Así que como dijo ayer una representante de Greenpeace en la televisión, cumplir la ley de costas no significa machacar al chiringuito. Pero supongo que es lo más fácil. En un país de pandereta como el nuestro, en el que es turismo tiene tanta importancia en la economía nacional, no deberíamos destruir las pequeñas empresas familiares de hostelería. Y si es así, que apuesten por un desarrollo tecnológico real que cree otros puestos de trabajo en lugar de hacer tanto parche.

2 comentarios

Ana -

Pues hay otro hotel en Asturias,en la playa de la Franca. Casi no hay aparcamiento público gratuito. El acceso es bastante malo, pero la playa un auténtico capricho. no sé que ocurrirá con ese hotel, no es un macroedificio, pero si monopoliza la cala, la verdad.

esther -

Estoy de acuerdo, el otrodía estuve en Candás, Asturias, y en una cala rodeada de las viejas casitas de pescadores habían levantado un estafermo de los años 60, un hotel que mataba la caleta con su altura, después de todo el chiringuito siempre es temporal y levantado con cuatro postes...