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anamayoral

Teorías sobre los Reyes Magos

Por internet circula de todo, hasta vídeos en los que se cuestiona y compara la existencia de profetas y personajes bíblicos, asociándolos a las cosmogonías, el zodiaco, las eras astrológicas y todas esas zarandajas. Sin embargo, una de esas "teorías" me ha resultado particularmente entrañable. ¿Se han planteado alguna vez cuál sería la estrella que brilló en el cielo el día del nacimiento de Jesús?

Tal y como se presenta en la iconografía y en los árboles navideños podría parecer un cometa. El vídeo del que les hablo -no tengo más datos sobre él-, la identifica como Sirius, la más brillante de la constelación Can mayor, que por esas fechas brilla en el firmamento con mucha intensidad, junto a Orión. Y es en Orión, más concretamente en su cinturón, donde se hayarían los tres Reyes Magos representados por tres estrellas. Todo esto da mucho juego pero la verdad es que Orión y Sirius se ven todo el año, según creo -no tengo mucha idea de astronomía-. De todos modos no deja de ser una coincidencia curiosa. Tras el artículo anterior del ateísmo, este texto viene perfectamente a colación. Cuando no aparecen los dioses controlando nuestras vidas son las estrellas, lejanas pero visibles, las que regirían nuestro destino. Los antiguos y, mucha gente en la actualidad, ignoraban que las estrellas son sólo luz viajando a través del espacio a 300.000 km/s, por lo que esa luz tarda años en llegar a nuestro planeta. Eso implica que muchas de las estrellas que hoy vemos puede que ya no existan, que hayan explotado hace miles de años y su reflejo viaje por el universo hasta llegar a nosotros.

A veces es mejor no saber. Una prefiere pensar que todo es como se percibe y vive mucho más feliz.

Volviendo al discurso anterior, todavía hay gente que cree en los horóscopos, los periódicos siguen pagando a personas que los escriben. No me resisto a comentar los horóscopos de El Mundo. Me temo que es un ordenador el que genera los galimatías que aparecen publicados. Si alguien desea leer algo raro, enigmático y que no hay por donde cogerlo, que se lea esos horóscopos. Yo no pagaría un euro a nadie que escriba semejantes desatinos, eso sí, adornados con un lenguaje superculto. El que busque una orientación o un pronóstico para el día que le espera más vale que se vaya a otro sitio porque no se van a enterar de nada. Que en el pasado la gente creyese en los oráculos y la disposición de las estrellas como medio de predecir el futuro me parece, hasta cierto punto, normal, pero que en estos días sigamos así resulta un poco lamentable. Para los que crean en los horóscopos, les pido humildemente perdón, y les emplazo a que realicen un sencillo ejercicio: comparen los horóscopos de diferentes publicaciones para un mismo día, verán como no coinciden.

Les deseo que los Reyes hayan sido buenos con ustedes. Yo no me puedo quejar, pues además de regalos materiales que me han encantado, sigo aquí, dándoles la tabarra, y ese es el mejor presente, VIVIR.

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