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anamayoral

Nostalgia navideña

Nostalgia navideña

a Crisanta, in memoriam

Tal vez nunca imaginaste la trascendencia de tus actos, de esos pequeños detalles con que convertías la llegada de la navidad en un auténtico regalo. Durante años mi hermana y yo tuvimos la suerte de compartir contigo esa ilusión que depositabas en todo. Cuando vi la casa de mi hermana en navidad, con sus hojas secas de plátano en la pared, las lágrimas acudieron a mis ojos, y por un instante fui esa niña que contemplaba maravillada el rincón de tu salón, con sus velas y sus hojas detenidas en la pared. En aquella época las velas sólo se usaban en nuestro país en las iglesias o cuando había un corte de luz, y las tuyas eran una especie de reclamo exótico para nuestros ojos. Supongo que fue un recuerdo de Alemania, de los años que pasaste allí trabajando como otros españoles. Esas navidades contigo y con la tía eran una auténtica delicia: meriendas en el Corte Inglés. película navideña de estreno en un gran cine de Madrid, visita al parque de atracciones o al zoo.

Yo no coloco las hojas -todavía-. hasta ahora había pasado las navidades fuera de casa, pero a partir del año próximo estarán presenten esas hojas. Aunque quiero que sepas que, como tú, guardo las figuritas de los roscones en una pequeña balda. Recuerdo que tenías decenas de ellas en la despensa. Como ves, las dos hermanas hemos conservado tus tradiciones, cada una a nuestro modo, y aunque no dejaste hijos en este mundo nosotras te recordamos. Sólo lamento que nuestra hermana pequeña no llegara a tiempo de ser partícipe en estas escapadas navideñas, porque nos dejaste muy pronto, demasiado pronto, y las navidades perdieron el encanto que las hacía especiales. Sólo espero que seamos capaces de recuperar esa magia y transmitir la felicidad que aportan los pequeños detalles llenos de cariño a Alvar.

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