De tacones y mujeres
Hablando de tacones, ya existe una corriente -al menos de periodistas- de mujeres que se niegan a subirse a tacones imposibles. Los tacones, que nos hacen más altas y estilizadas, también nos destrozan los pies inútilmente. Algunas periodistas manifiestan en sus artículos su intención de abandonar los tacones, y otra presenta un programa de máxima audencia cómodamente calzada con zapato bajo. La verdad es que las mujeres nos complicamos la vida solitas, no nos conformamos con arreglarnos para salir y tenemos que ir de punta en blanco al trabajo subidas en plataformas cada vez más absurdas. Los diseñadores colaboran con esta locura poniendo a nuestra disposición zapatos impensables hace unos años. Yo misma sucumbí a unos que estaban muy baratos y que aún no he sido capaz de calzarme, pero hace tiempo que abandoné los tacones para el trabajo y los dejo para contadas ocasiones, tan contadas, que ya ni sé caminar con ellos, y creo que los dejaré definitivamente. Quedarán bonitos en una estantería y mis pobres pies, aliviados.
1 comentario
esther -