Blogia
anamayoral

No tener donde caerse muerto

En la localidad de Huerta de frailes los vecinos, literalmente, no tienen donde caerse muertos. La verdad, para ser justos, es que sólo puede fallecer uno, pues sólo queda espacio para una tumba. Se encuentran indignados, pues se trata de una población envejecida, en la que suponen van a necesitar más espacio. Así que este problema, curiosamente, parece quitarles el sueño y también el sosiego en lo que les quede de vida.

Supongo que el arraigo de las personas mayores a su tierra y a sus costumbres es tan grande que no pueden soportar la idea de que sus cuerpos no descansen junto a los de sus vecinos y antepasados. En la denuncia que hacían en un programa de televisión manifestaban que estaban dispuestos a ceder el terreno comunal necesario y a aportar parte del dinero para construir el nuevo cementerio, pero el ayuntamiento del que dependen se negaba a ello.

A mí, que me da lo mismo lo que hagan con mi cuerpo una vez que ya haya dejado de existir, todo esto me parece surrealista. Siempre está la posibilidad de la incineración. Pero para estas personas ancladas en las tradiciones esa opción no entra en su forma de ver el tránsito a la otra vida. Desde luego nunca se me ocurriría amargarme la vida por lo que me pasara tras la muerte. Creo que hay problemas más importantes que resolver. En cualquier caso, la cuestión es que esos ciudadanos tienen derecho a tener su cementerio, más aún si corren con la mayor parte de los gastos.

De todos modos, les sugiero que hagan como en otros países, fosas verticales, que ocupan menos espacio, y que echen un vistazo al cementerio judío de Praga, eso sí que es hacinamiento post-mortem, pero tiene su encanto macabro.

0 comentarios