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anamayoral

Dejar de fumar

Hace diez años que dejé de fumar. Como dice el protagonista de un anuncio televisivo no me arrepiento de haber tomado esa decisión. Por más que pienso no encuentro ningún inconveniente al haber abandonado el tabaco. Todo son ventajas:

  • Mejoró mi salud
  • Ahorro dinero
  • No huelo como un cenicero
  • Mi casa no apesta
  • Mis dedos no están amarillos
  • No siento ansiedad
  • No dependo del cigarrillo

Todo ello sin tener en cuenta que no contribuyo perpetuar la doble moral de los gobiernos de turno, que nos cobran impuestos al comprar productos nocivos como el tabaco y el alcohol, al mismo tiempo que hacen campaña para que no los consumamos. Aunque tampoco estoy a favor de que los prohiban, ya que se incrementarían los problemas de la sociedad -recordad la ley seca en los Estados Unidos-, pero eso es otro tema.

¿Cómo dejé de fumar?

  1. Elegí un momento adecuado, en el que me encontraba muy motivada.
  2. Me planteé el reto: "Hoy no voy a fumar", sin pensar en el futuro. Si se consigue, eleva la moral y te ayuda a afrontar otro día más sin tabaco.
  3. Cada mes invertía el dinero que hubiese gastado en tabaco en comprarme un capricho -ya se que mejor hubiera sido donarlo a una ONG, pero la idea es premiarse por el reto conseguido-.
  4. También tuve el apoyo de mi pareja, que me impidió recaer, sobre todo a los tres meses en que mi v oluntad comenzó a flaquear.

Os animo a dejar de fumar. Eso sí, buscad un día en el que realmente estéis convencidos de que queréis dejarlo. Eso resulta fundamental. Tampoco os desaniméis si volvéis a fumar. Yo lo conseguí a la tercera intentona. Dejar de fumar es muy duro, no es fácil, ya que el poder adictivo de la nicotina es muy alto.

Nunca penséis que estáis curados para siemrpe. Yo me considero fumadora aunque no ejerza como tal, y eso me ayuda a no bajar la guardia.

Ánimo. ¡Dejar de fumar es posible!

 

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