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anamayoral

Historia de un retrato (déjate llorar)

 

Homenaje al pintor Modesto Ciruelos

 Te lo dije pero no me hiciste caso. Y ahora te ves así, congelada para siempre en el vacío de tu mirada, en esa ausencia del tiempo en que te retrató el maestro. Tu pose es perfecta, tu atuendo impecable, pero tus ojos delatan que en tu corazón los objetos están desordenados. Resultó una alegría para muchos contemplar tu tristeza, porque así debería titularse el cuadro en lugar de "la mujer del conde". Tristeza que hacía más soportable la vida de los que no tienen derecho a casi nada. Pasaban por el salón a hurtadillas para contemplar el retrato de su señora, que lejos de aparecer radiante dominando la estancia, parecía concentrar en su rostro toda la pena del universo. Y así ellos se marchaban más alegres sabiendo que los señores también sufrían.
 Te lo dije, déjate llorar, no te guardes esa angustia como una muda nueva en el fondo del armario por si te pones mala. Ya estás enferma, ya es tiempo de que con las lágrimas se marche el pasado. Pero no me hiciste caso. Te educó una nanny británica y claro, eso marca el carácter. Nadie te vería jamás envuelta en el chal del llanto y eso que un buen atracón de lágrimas en soledad te hubieran sentado de maravilla. Con los ojos limpios podrías ver el día del color del sol y la congoja daría paso a la serenidad.
 Pero no me hiciste caso y ahí estás por los siglos de los siglos, colgada en la pared de un museo, con el corazón en carne viva, porque además de tus elegantes maneras el artista retrató a ese ser desvalido que escondías y que a él no pudiste ocultar.
Déjate llorar y luego disfruta recordando lo que se fue, lo que muchas mujeres jamás conocerán, la pasión del amor que todo lo deja patas arriba. Has sentido esa angustia gozosa tan sublime  que yo misma sólo he conocido en las novelas románticas. Y aunque él se ha ido y jamás sabrás si ama a otra o si simplemente respira, una vez lo tuviste. Déjate llorar y luego adora ese recuerdo como a un ángel que un día pasó por tu puerta, te rozó con sus alas y te dio una vuelta por el cielo.
Eso te dije, pero no me hiciste caso y te dejaste retratar.

 

 

 

 

1 comentario

Galetti -

En otro blog flota cierto aire de acusación contra usted, Sra Mayoral...

http://lapoesiaesuncuento.blogspot.com/2007/05/para-ana-mayoral.html