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anamayoral

poesía

ANOCHECER EN CANTABRIA

Es la hora.

Las musas abandonan su escondite

de luces.

Florecen los sonidos

con la cadencia de la primavera.

Todo es veloz y lento a la vez.

La muerte del sol,

la invasión inexorable de la noche,

la humedad que se adueña de la luz.

Aquí todo es hermoso.

Tiempo de violetas

No es tiempo de violetas.

Sus corazones verdes,

oscuros como piedras vocánicas

se ofrecen desnudos

de pétalos perfumados,

o tal vez ya florecieron

y no supe verlos

en la tristeza de las tardes

eternas de febrero.

las palabras

A veces

Cuando las palabras sobran

Solo nos queda la palabra.

Cuando las palabras no bastan

Solo nos quedan las palabras.

Palabras para denunciar tanto dolor

De tanta gente

Que desaparece en el silencio

De nuestras bocas sin alma,

Almas que nos parecen lejanas,

Y su dolor leve 

Es cosa de los telediarios.

A veces, ante tanto dolor ajeno

Pierdo la palabra,

Y me oculto entre la vergüenza inmensa

Que me produce tanto dolor ignorado.