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anamayoral

infantil

Bati

dedicado a Miguel

 

Al niño le cuesta mucho dormir. Se asoma a la ventana cuando se despiertan las estrellas, que le guiñan los ojitos. Y después, salen los animalitos de la noche.

El señor buho espera sentado en su rama favorita.

Las luciérrnagas bailan entre las flores dormidas.

Bati, el pequeño murciélago, termina la leche que su mamá le ofrece en un abrazo tan inmenso como la oscuridad de la noche. Se envuelve en sus alitas y se queda junto a los otros murcielaguitos. Así, juntio, se dan calor, mientras sus madres y madres salen del escondrijo. Vuelan deprisa hacia el bosque para buscar comida. Abandonan el alero del tejado en el que se ocultan. La familia que vive en la casa no les molesta, solo los contemplan cuando salen a su caza nocturna. El niño que no puede dormir los cuenta, uno, dos, tres, cuatro ...., cae en un profundo y dulce sueño.