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anamayoral

La ciudad del gran rey

 

Retorno al blog con este comentario sobre la novela de Óscar Esquivias. Deliberadamente he retrasado su lectura, las segundas partes me generan una doble sensación de temor y deseo, temor por llevarme una decepción, y deseo por seguir la pista a los personajes estrambóticos que nos regaló en Inquietud en el paraíso. Me ocurrió lo mismo con Un mundo sin fin, la segunda parte de Los pilares de la tierra. Puedo decir, alegremente, que no me han defraudado ninguna de las dos. Pero la de Esquivias me ha sorprendido mucho más. Vuelve a derrochar humor, con una elevada dosis de surrealismo que hace que me quite el sombrero. No sólo resulta amena, sino hilarante en muchas ocasiones. No quiero avanzar más a aquellos que no hayan leído todavía esta novela. Sólo quiero decir que he disfrutado muchísimo con su lectura. Sospecho que Esquivias también se lo haya pasado en grande escribiéndola. Mil garapatias por “parir” esta historia. No me perderé la tercera parte.

No quiero dejar de comentar otro regalo que nos hace el autor. Entre el texto normal de diálogos y descripciones se han colado, como por arte de magia, unos pequeños textos que de por sí ya son una maravilla. Al principio sorprende su presencia, e incluso incomoda, pues no se quiere perder el hilo de la historia. Más adelante, los microrrelatos son en sí un delicioso oasis de sabiduría y ternura, que recuerda a las greguerías o a los cronopios y las famas. Desconozco la intención del autor a la hora de incluir estos textos, a mí me han encantado.

 

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